¿Sabías que la calabaza ya la usaban los antiguos astures en la noche de Samaín (que ahora llamamos Halloweeen)? ¿O que la zanahoria fue modificada al naranja en Holanda para honrar a sus reyes de la dinastía Orange? Estamos en otoño y con él, nuevas verduras y sus curiosidades.
Ya llegó el otoño a los países del hemisferio norte del mundo. Paisajes marrones, rojizos y amarillos; días mucho más cortos, así de repente; un poco más de frío que en verano, pero aún llevadero; y la vuelta a las rutinas y obligaciones a tiempo completo
En Asturias, el otoño es muy fructífero. Literalmente. Los árboles se llenan de manjares muy útiles para la gastronomía de la región: castañas, avellanas, manzanas (esta es también la época de la elaboración de la sidra que, como ya sabréis, es algo así como un alimento básico para los asturianos), uvas o mandarinas.
Y también en estos meses, entre septiembre y diciembre, los huertos y las verdulerías de los mercados cambian de color, para adaptarse al clima de la época.
¿Cuáles son las mejores hortalizas para sembrar en esta época del año en Asturias?
Hay que comenzar recordando que la huerta asturiana acepta durante todo el año acelgas, berzas (¿habéis escuchado que el superfamoso kale, tan de moda ahora por encontrarse dentro de los ?superalimentos? más famosos de las fotografías de Instagram, con su hashtag propio, no es más que una variedad de las berzas que toda la vida nos obligaron a comer las abuelas?), lechugas, ajos puerros y repollos. Así que el otoño no va a ser menos para seguir cultivando estos manjares tan sanos.
Pero, además, como hortalizas y verduras propias de esta época, para la tierra de Asturias, hay una gran variedad que os resumimos aquí. Sabemos que la mayoría de nuestros clientes son grandes expertos en su cultivo. Pero también somos conscientes de que muchas personas se han dado a la aventura de tener una huerta propia en los últimos tiempos. Por ello, en la web de Piensos Lago, en la especificación de cada semilla, tenéis datos sobre cómo hacer con los cultivos para que den sus frutos.
Zanahorias. Podrían incluirse en los alimentos que se pueden sembrar durante todo el año, pero hay que tener en cuenta que hay que evitar las heladas si no queremos echar las semillas a perder. Hay muchas variedades: Chantennay, Nantesa o Couchon, entre otras. Como curiosidad, dicen las informaciones que las zanahorias empezaron a cultivarse alrededor del año 3,000 antes de Cristo en lo que ahora es Afganistán y no eran naranjas. Parece ser que lo del color se modificó en el siglo XVII en los Países Bajos, con el objetivo de rendir honores a sus reyes (la dinastía de los Orange).
Patatas. Alimentación básica de la gastronomía española, después del hambre que el país pasó en la guerra civil y la posguerra. Y no solo por la tortilla: ¿qué hay más típico que unos huevos fritos con patatas para cenar? Sin embargo, la patata llegó a España desde América Latina, cuando unos cuántos se fueron a descubrir las Indias e invadieron todo un continente. De hecho, el poeta chileno Pablo Neruda, tiene un poema muy crítico con esa invasión y que nos recuerda que "Papa, te llamas papa, y no patata, no naciste con barba, no eres castellana: eres oscura, como nuestra piel, somos americanos, papa, somos indios".
Calabaza (que tiene el bonito nombre de Zapallo en algunos lugares de América Latina como Argentina). Es fácil saber que es propia de la época de otoño. Con el Halloween que ahora está tan de moda más allá de Estados Unidos, los espacios se llenan de calabazas anaranjadas decoradas.? De todos modos, como curiosidad, parece ser que las calabazas ya la usaban los asturianos en el pasado como conmemoración del Día de todos los Santos (nombre que el cristianismo le ha dado al festivo del 1 de noviembre) o Samaín, que era la fiesta pagana y de origen celta que dejó de celebrarse como tal. Pues hay historiadores que han descubierto que consistía, entre otras cosas, en vaciar calabazas e iluminarlas con velas para alumbrar los caminos, en una noche en la que se celebraba en fin de la época de cosechas y los astures dejaban comida para las ánimas y la güestia (personaje mitológico de esta tierra, que representa a la muerte).
Habas, habichuelas y fabes de mayo. Las (les) fabes son muy típicas de Asturias por la popularidad que tiene la fabada (una popularidad muy merecida). Pero hay una gran cantidad de variedades de las habas que son propias del otoño. Incluso esas a las que llaman ?Fabes de mayo? que, para sembrar, mejor hacerlo en noviembre. Cabe tener en cuenta que las habas, no se llevan bien con los cultivos de ajos y guisantes.
Coles. Hay muchos tipos de coles, como por ejemplo coles de Bruselas, coliflor, brócoli, col lombarda, repollo, col verde rizada o col china por nombrar las más conocidas, que no las únicas. España, en general, es un gran productor de este tipo de vegetales y nutre a millones de personas de Europa. Se calcula que más del 80% del brócoli que se produce en este país, se vende en Reino Unido y el norte de Europa.
Además, hay otros muchos cultivos propios del otoño como la cebolla, las espinacas, los guisantes, el nabo, los puerros, el rábano o la remolacha. Y también otros menos conocidos como la chirivía (una hortaliza de raíz, al estilo de las zanahorias, que aunque no son muy comunes, destacan por resistir bien el frío y ser muy sencillas de cultivar) o la borraja.
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