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AINETO,  el arte de crear tu propio pueblo

Sábado, 19 de enero de 2019

   Luis Alonso nació en la sierra madrileña, "en una zona de mucha naturaleza y montaña", por lo que el entorno rural le tira. Ahora y desde hace 31 años, vive en una localidad, Aineto, en Huesca, que él y sus vecinos fueron creando poco a poco. Es un ejemplo en España de aldea comunitaria y autogestionada.

   "Cuando acabé la mili, fui a entregar mi carnet militar para hacerme objetor de conciencia  hice la objeción de conciencia y en una asociación vi un cartel sobre un pueblo que estaban buscando desarrollar en el norte de Guadalajara, característico por sus casas de pizarra con tejados que casi llegan hasta el suelo. Siempre había deseado vivir una experiencia de 'volver a la tierra'. Eran los 80 y había un movimiento bastante intenso de gente que quería vivir de forma más natural. Vi el cartel, llamé, hice una visita y me encantó. Había un grupo de personas empezando este proyecto". Se trata de pueblos que se vendieron al estado por las repoblaciones forestales y los planes hidráulicos, que habían quedado despoblados en los años 50 y 60 a causas de estas presas. Y en los 80 se quiso promover la repoblación de estos lugares, por grupos independientes.

   "Cuando llegué había como 3 o 4 personas más que decidieron quedarse".  Luis dice que le encantó. Las casas pertenecían al gobierno de Castilla la Mancha y estas personas lo ocuparon. "Luego había un proceso para legalizar esa ocupación", explica Luis que concreta que "había un clima mucho más tolerante que ahora a este respecto", como contraposición a la noticia que ha salido hace unos días, de pena de cárcel para seis jóvenes que decidieron repoblar la localidad abandonada de Fraguas.

 

         Cambio de aires   

   Hubo una época que Luis quedó solo en esta localidad, que con los meses volvió a encontrar nuevos inquilinos. "Entre varios juntamos dinero y compramos un rebaño de cabras. Buscábamos autosuficiencia económica y alimentaria" que, como aclara Luis, "es lo que toda la vida se ha hecho en el campo, pero cuando eres de ciudad y se habla tanto de crecimiento económico, esto pasa a ser un movimiento ideológico". Luis se emparejó con una chica que vivía en una aldea ocupada justo al lado, tuvieron una hija y ahí se replantearon cambiar de pueblo. Querían uno donde hubiera niños y niñas.

 

   "Así que empezamos a buscar y ahí conocimos MAR: Movimiento Alternativo Rural. Nos conectaba con diferentes experiencias en todo el Estado. Se llevaban a cabo reuniones donde se planteaban las problemáticas que habíamos vivido en las diferentes experiencias y las expectativas. Y ahí oímos hablar de Aineto, y tenía muy buena pinta y fuimos a verlo. Había mucha más gente, familias con niños y niñas. Había vivido una experiencia de comunidad grandes con unos 20 o 30 personas. Y se permitían familias más libres. Trabajos comunales. Gobierno Asambleario de las decisiones. Y la economía, cada uno se organizaba con su pareja, con su vecino, o como quisiera".

 

   Comenta Luis que "este pueblo fue comprado por el ICONA. Entidad que organizaba los montes. Este organismo se desintegró y la competencia pasó a las comunidades. En este caso, Aragón. Y el gobierno se mostró, en ese momento, muy abierto a estas iniciativas. Luego, con el tiempo, esa permisividad se acabó".

 

   Lo curioso es que "desde arriba se nos veía como hippies de amor libre y melenudos y había cierta hostilidad hacia nosotros desde las administraciones por esos prejuicios. Y nos molestaban. Si una cabra tenía una cría, nos multaban porque había un rebaño y no se permitía, por ejemplo".

 

      (Auto)gestión del espacio en que vives  

Para entrar a Aineto hay una asamblea: los que quieran entrar, exponen sus necesidades o pretensiones a los habitantes. Si hay casa libre, la asamblea la asigna a los nuevos vecinos y se entra en un periodo de prueba. "Lo importante es saber vivir en comunidad con más gente. Saber funcionar con responsabilidad, respeto, trabajar en grupo. Las casas son del gobierno. No nuestras y nunca lo serán. Si una casa queda libre, alguien puede pasar a vivir a ella. Pero no hay traspaso económico de un habitante de esa casa a otro. Es gratis. La capacidad económica del futuro habitante no se tiene en cuenta. Se valora la capacidad de vivir en comunidad".

 

La familia compuesta por Luis, su pareja Silvia y su primera hija llega a Anieto y son aceptados. Las casas estaban deterioradas y había que arreglarlas. "En aquel momento había dinero público para infraestructuras: instalar agua potable, arreglar la pista. Algo que la administración normalmente cubriría, en este caso solo ponían el dinero y nosotros poníamos el trabajo y el diseño del proyecto. Sale mucho más barato para la administración. Y nosotros estábamos imbuidos por mucha ilusión de alguien que llega a un nuevo espacio y queríamos encargarnos de todo el desarrollo desde abajo".

El estado se ahorró mucho en el desarrollo de este pueblo.

 

        Construir un pueblo desde su base

   El pueblo más cercano a Aineto con actividad económica, se encuentra a 35 km, así que el objetivo era que los habitantes pudieran conseguir desarrollar sus trabajos dentro de Aineto.. Silvia entró a trabajar en una asociación de títeres que servía como entretenimiento en el pueblo, sobre todo a los pequeños. Y Luis montó un taller de carpintería con un socio, al que llega constantemente un camión con material para trabajarlo. Además de que son loseros, trabajando tejados de losa. Explica Luis "el taller está cincuenta metros de su casa, porque no me mudé a esta vida para irme a una ciudad a trabajar". Además, explica el madrileño que "idear todo lo que lleva el urbanismo de una comunidad, nos ha dado muchos conocimientos: fontanería, construcción…".

Tras un tiempo en Anieto, la familia se amplió con una nueva hija.

 

        La escuela

   Uno de los proyectos principales en esta localidad autogestionada es la escuela. En un principio, había un profesor que coincidió que vivía allí, y no cobraba. Solo trueque. Hasta que comenzaron a haber muchos niños y niñas y ya correspondía tener una escuela pública por ley, pero el gobierno no estaba por la labor "Sois hippies y os iréis pronto de aquí" explica Luis que alegaban para tal negativa. Les concedieron la escuela, que se hizo en los bajos de la casa de una vecina, sin luz, sin baño, ni electricidad.....  

 

"Un día agarramos las furgonetas, con pupitres y pizarra, llamamos a la prensa y nos plantamos en la delegación de educación del gobierno. Éramos todo el pueblo, unas 40 personas, más la prensa para protestar y allí hicimos nuestra escuela hasta que nos pusieran una. Y lo hicieron. Solo un barracón porque seguían empeñados en que seguro que nos queríamos ir tras un corto periodo. Pero ahí sigue casi 30 años después". Por ello Aineto, cuando llegan nuevos ?colonos?, prioriza que sea gente que quiera tener hijos e hijas, "porque queremos que esa escuela se mantenga abierta. Si no, los niños que hay allí, deberían criarse solos, sin otros niños e irse a 35 kilómetros a la escuela. Y no queremos que eso pueda suceder. Llegamos a tener 13 o 14 niños y niñas".

 

        Actividad económica   

   Hay un vecino que es traductor que trabaja online, una médica que junta guardias y así no tiene que ir y volver a diario por carretera, albañiles, hay un pastor… Además, la localidad cuenta con una fábrica de cerveza artesana, llamada Borda. De hecho, es por ahora la única cerveza ecológica en Aragón y Luis también forma parte de este proyecto.

 

   En cuanto a las personas que se han criado en Anieto, a los 11 años deben ir a estudiar la secundaria a Sabiñánigo y para continuar a la universidad, deben ir a ciudades grandes. Un nuevo mundo. Y ha habido un movimiento de que muchos han vuelto. Se van unos años y a veces regresan. "La idea es repoblar los pueblos con nuevos valores y formas de mirar el mundo. Nos interesa recibir a gente jóven. Mi hija se ha ido a vivir a una comunidad muy potente política  y económicamente: Lakabe, lo que me hizo sentir muy orgulloso de que siga este movimiento. Al principio cuando los niños salen se quejan de que el pueblo es aburrido. Pero vuelven. Han vuelto tres personas".

   Otra de las iniciativas del pueblo es una muestra de cine que se ha llevado a cabo en los últimos años y autofinanciada por sus habitantes. 

 

        La diferencia entre vivir en comunidad y ser vecino

   "Una vez conocimos un caso de violencia machista y expulsamos del pueblo al maltratador. La pareja nos pidió ayuda. La acogimos. Y él se quedó en un pueblo cercano. Volvió a atacarla y lo echamos de la zona. Fue muy tenso porque era una persona muy agresiva", explica Luis que recuerda que cuando compras un inmueble, quien te toque de vecino es quien haya decidido invertir su dinero en la casa de al lado.

   Y eso marca una gran diferencia entre Aineto y la mayoría de los pueblos que conocemos.

   Normalmente, la asamblea se encarga de hacer la selección de quien llega. Si una persona no sabe vivir en comunidad y no hace la vida cómoda a los demás, puede no ser aceptado.  La asamblea puede decidir de qué quieres vivir. Si alguien quiere poner un negocio que no convenga al pueblo, porque por ejemplo, sea muy contaminante o conlleve el uso de muchos pesticidas, la asamblea puede decir que no.

 

 

 
Polígono Industrial Granda Nº4    

33199 Granda SIERO - Principado de Asturias

Polígono Industrial Vega de Arriba    

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