Los densímetros de inmersión necesitan una muestra de líquido suficiente para poder sumergir el densímetro, de tal manera que pueda flotar libremente sin tocar ni el fondo del recipiente ni las paredes. Normalmente se utiliza una probeta de tamaño adecuado y de material transparente para facilitar la lectura. Al añadir el líquido a la probeta debemos tener en cuenta el volumen que desplazará el densímetro al sumergirse para evitar que desborde.
La temperatura del líquido es un factor a tener muy en cuenta porque los densímetros están calibrados a temperaturas determinadas 20ºC y es a esa temperatura donde proporcionan la medida más precisa. Si realizamos la medida a una temperatura diferente a la de calibración deberemos corregir el dato con las tablas apropiadas.
1.Introducir la muestra a ensayar en la probeta
2.Agitar con una varilla para homogeneizar densidad y
temperatura
3.Coger el densímetro limpio ¡por encima de la escala!
4.Introducir el densímetro en el líquido con suavidad, si lo
soltamos muy rápido puede hundirse y romper en el fondo.
5.Dejar que el densímetro se equilibre sin tocar las paredes
de la probeta.
6.Hacer la lectura en la escala del densímetro (en la base
del menisco)
7.Comprobar la temperatura y corregir si es diferente a la
de calibración.
Rango: 990 - 1100
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