El escanciador eléctrico, comercializado por Coem, se ha convertido en un emblema de la cultura asturiana, gracias a su aspecto bonachón y camaleónico, con más de 150 personalizaciones.
Pocos son los que no conocen a un personaje tan querido y entrañable como Isidrin. Si ese escanciador electrcio que acba de cumplir diez años y que , con su aspecto bonachón, transmite buen rollo a la gente que disfruta tomando un buen culin de sidra. Isidrin pertenece a la tercera generación de escanciadores de su familia, saliendo al mercado tras el modelo manzana y el modelo tonel. Su comercialización ha supuesto un gran avance para la expansión de la sidra, sobre todo, fuera de la región, ya que son muchos los turistas que se sienten atraidos por Isidrín y lo compran para poder consumir luego sidra en su casa. Además, estos escanciadores también han servido para acercar a la sidra a otros establecimiento que no son sidrerías, pero que de esta manera pueden servirla y venderla.
Hace cinco años, la empresa asturiana COEM, especializada en el mundo de la sidra, que cuenta con más de veinticinco años de experiencia en el sector, compró la patente de este producto, anteriormente comercializada por el Grupo Eolo. Cuando COEM adquirió la patente, su estrategia se basó en potenciar y mejorar la calidad del producto, pensando, sobre todo, en las necesidades del cliente, especialmente los hosteleros, principales impulsores del producto.
El darle forma humana fue cosa del escultor Felipe del Campo, al que le llevaron una manzana y le pidieron que le pusiese cara y cuerpo para esconder la botella. Del Campo, que tenía una fotografía de Einstein colgada en su estudio, pensó que como el mecanismo era complejo, le iba a poner la cabeza de alguien complejo y de ahí su parecido con el artífice de la teoría de la relatividad. Su nombre también esconde una curiosa historia, ya que realmente Isidrín es el resultado de la adaptación al asturiano de la expresión easy drink, con la que se buscaba facilitar su expasión fuera de nuestras fronteras. De hecho, el producto y aha llegado a México, Rusia, Japón, China o Estados Unidos.
Un personaje camaleónico
Una de las cualidades que más sorprenden de Isidrín es su aspecto camaleónico, personalizándolo con la cara de personalidades importantes del mundo del deporte o siendo capaz de vestirse con los colores de cualquier equipo de fútbol, ahora con la llegada del Mundial no ha dudado en enfundarse la camiseta de la selección española. Además, es normal verle con diferentes trajes regionales (asturiano, pixueto, llanisco, peregrino...) o con el uniforme de trabajo de profesionales tan variadas como la de minero, médico, cocinero o albañil. Así hasta llegar a más de 150 tipos diferentes de personalizaciones.
Todas estas ideas van surgiendo de los clientes, que las hacen llegar a COEM, y la encargada de convertirlas en realidad es la artista Beatriz Bada, para quién estas personalizaciones son "una forma de llegar mucho más al cliente, ya que hace más auténtico el escanciador y crea un mundo infinito de posibilidades, ya que en cualquier faceta que se personalice resulta muy curioso y atractivo, porque nadie se imagina, por ejemplo, a un médico escanciando sidra". por todo esto, Isidrín ya se ha convertido en un personaje emblemático de la cultura asturiana.
*Artículo extraído de la revista "La Sidra" número 174*
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