Juntas pero no revueltas: qué verduras crecen bien cuando están cerca y cuáles deben estar muy separadas
A la hora de organizar tu huerto o de añadirle nuevas plantas al espacio que ya has comenzado a cultivar el pasado mes de abril, tienes que tener en cuenta que hay verduras y plantas que crecen muy bien juntas, puesto que se complementan; mientras que otras no pueden compartir el espacio ya que se roban, literalmente, los nutrientes o el espacio.
Hay muchas formas diferentes de combinar cultivos y con ello se persiguen diferentes propósitos: aprovechar al máximo el espacio de tu huerta, controlar plagas, evitar el agotamiento de las riquezas que ofrece el suelo e incluso, una buena combinación de vegetales pueden ayudarte a potenciar el sabor del producto final. Aquí nos centraremos en cómo aprovechar el espacio de tu huerto al máximo y en cómo hacer para evitar que las plantas que pongas juntas se roben nutrientes y no consigas una buena cosecha.
La asociación de cultivos es un término que define a la selección que harás para situar tus cultivos en unas u otras zonas de un huerto para que dé el mejor resultado posible, confiando en la sabiduría de la naturaleza y siempre uniendo en los mismos espacios a las plantas complementarias que son las que juntas se ayudan y crecen así más robustas. Una buena organización en este sentido te llevará a optimizar la captación de nutrientes y ayudar en la necesaria polinización.
En las siguientes líneas te contaremos qué plantas pueden y deben convivir y cuáles necesitan estar en espacios bien diferentes para no competir.
Reglas básicas para aprovechar mejor el espacio:
Una regla básica que no debes olvidar es que tienes, siempre, que evitar asociar plantas que sean de la misma familia. Es decir, deben unirse a las de otras familias. Por ejemplo, las plantas de raíz como zanahorias van bien con las de hoja, como las lechugas. Los tipos principales son raíz, hoja, fruto y flor, y deben combinarse entre ellas.
Las plantas de la misma familia suelen ser incompatibles en una asociación de cultivos, así que no debemos ponerlas juntas. Por ejemplo, entre familias encontramos cucurbitáceas (sandía, melón, calabaza, calabacín, pepino…), leguminosas (habas, judías, guisantes, lentejas…) o solanáceas (berenjena, tomate, pimiento, patata…).
En segundo lugar, es muy recomendable combinar cultivos de crecimiento rápido con cultivos de crecimiento lento. Esto nos permite multiplicar el espacio de cultivo. Así, como ejemplo, tenemos que los calabacines, al crecer, ocupan un gran espacio, pero también que son de crecimiento lento. Por ello, aprovecha a plantar entre medias unas lechugas, que están listas para cosechar antes y usarás ese espacio antes de que el calabacín ya crecido ocupe todo.
Otra idea importante es la de combinar cultivos de raíces profundas con cultivos de raíz superficial, con el objetivo de que no se roben el espacio debajo de la tierra.
Finalmente, otra idea generales y muy útil es que los cultivos que tengan formas diferentes, probablemente se llevarán bien compartiendo huerta.
Reglas básicas para aprovechar los nutrientes del suelo al máximo
En términos generales tenemos que: las plantas de raíz necesitan potasio, las de hoja necesitan nitrógeno, y las de fruto fósforo. Y, por tanto, no juntes tipos de plantas que vayan a consumir más del mismo nutriente. Combínalas entre ellas.
Otro asunto muy importante es que los cultivos deben ir rotando en las diferentes temporadas. La rotación se refiere a la práctica de plantar sucesivamente verduras de diferentes familias en la misma temporada y también en las temporadas anteriores. Se evita así usar un suelo cuyos nutrientes ya hayan sido agotados por la misma planta antes. Y, también, si una enfermedad afectó a plantas antes, podrá seguir haciéndolo si usas el mismo espacio para el mismo tipo de cultivo.
Ejemplos prácticos: qué va con qué
Y ahora, tras hacernos una idea general de qué vegetales deben ir juntos y cuáles deben usar espacios bien diferenciados de tu huerto, vamos a ver unos ejemplos prácticos, tomando las verduras más comunes que se cultivan en España:
-Tomates: Puedes ponerlos cerca de espárragos zanahoria (aunque para la zanahoria no siempre va bien, ya que esta se encargará de eliminar insectos que molestan al tomate, y no se preocupará tanto de crecer), pepino, la familia de la cebolla, el perejil, apio, pimienta, menta y albahaca (mejora su sabor). Aleja tus tomateras de la patata, el maíz y las coles y todos los similares.
-Col, brócoli, coles de Bruselas, repollo, coliflor, col rizada y similares: Se pueden asociar con remolacha, apio, acelga, pepino, lechuga, cebolla, patata, espinaca, ajo (ayuda a mejorar su sabor), manzanilla, menta (repele a las polillas y a las hormigas) y el trébol entre otros. Por otro lado, nunca juntar con tomates, judías verdes, fresas ni pimientos.
-Patatas: Las verduras con las que mejor combinará son berenjena, calabacín, col, haba, judía, maíz, puerro, rábano, zanahoria. Por el contrario, evitar plantarla cerca de apio, calabaza, pepino, pimiento y tomate.
-Espinacas: Se llevan bien con toda la familia de la col, apio, berenjena, cebolla, fresa, guisante, haba, judía, lechuga,pimiento, puerro, rábano, tomate y zanahoria. Por el contrario, las espinacas no pueden ir con las acelgas.
-Judías y fabes: Mientras que entre ellas deben ir separadas, se llevan bien con alcachofa, apio, espinaca, lechuga, maíz, patata y romero y no deben juntarse a ajo, coliflor, puerro.
-Lechugas. Como pasa con las espinacas, las lechugas se llevan bien con una gran cantidad de cultivos como ajo, berenjena, calabacín, calabaza, cebolla, col, espinaca, fresa, guisante, haba, judía, maíz, melón, nabo, patata, pepino, pimiento, puerro, rábano, remolacha, sandía, tomate, zanahoria. Solo el apio y el perejil serán perjudiciales.
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