1. Encharcar las plantas
En verano, el riego debe ser abundante. Eso sí, tampoco conviene excederse porque podríamos acabar ahogándolas. Recuerda que es más difícil reparar una planta por exceso de agua que por defecto. En términos generales, regar las plantas entre dos y tres veces por semana podría ser suficiente.
2. Regar las plantas a pleno sol
Proceder al riego de nuestras plantas a mediodía cuando el sol más calienta es uno de los errores más frecuentes. ¿Por qué? Sencillamente porque el agua al sol se va a evaporar rápido y, por tanto, va a suponer un despilfarro de agua. En su lugar, opta por regar a primera hora del día.
3. Dejar la manguera al sol
Después de regar las plantas, es habitual que dejemos tirada la manguera en cualquier lugar, incluso bajo el sol. Esto no solo es un error, sino que puede ser peligroso, pues el agua puede llegar a quemar dadas las altas temperaturas a las que ha sido sometida. Además, la exposición al sol irá debilitando poco a poco el material de la manguera.
4. No regar el césped lo suficiente
El césped de tu jardín requiere riego diario para evitar que se seque. Riégalo por lo menos una vez al día, de manera que cada m2 reciba unos 20 l de agua. Te recomendamos regar el césped preferiblemente por la mañana temprano para evitar que el agua se evapore.
5. Descuidar las macetas
Las plantas en macetas suelen perder agua con gran rapidez en verano y, por ende, corren un riesgo mayor a secarse. Por este motivo, no cometas el error de descuidarlas, pues podrían sufrir un daño irreparable. Cada tipo de planta precisa de unos cuidados específicos, si bien puedes guiarte por el sustrato: cuanto esté seco, es hora de regar.
6. No proteger las plantas del viento
En verano, no solo el sol abrasador tiene el poder de resecar las plantas, sino también el viento. Si durante estos meses hay vendavales, te recomendamos regarlas con mayor frecuencia.
7. No disponer de un sistema de riego eficiente
Aunque hay varias opciones, en la temporada veraniega puede ser una buena idea disponer de un sistema de riego automático. Una posibilidad es el riego por goteo, que facilita la aplicación de agua a través de pequeños tubos y salidas.
8. Regar con agua muy fría
Otro de los 8 errores más frecuentes al regar las plantas en verano es tener la tentación de aplicar agua demasiado fría. La realidad es que la temperatura idónea del agua debería ser una que no contrastara tanto con el ambiente. Por este motivo, te recomendamos dejar reposar la regadera unos minutos después de llenarla.
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