Llega la época de mayores compras del año. Comidas abundantes para la Nochebuena, la Navidad, la Nochevieja, el Año Nuevo y todos los encuentros que probablemente ya estés celebrando con antiguos compañeros y compañeras de colegio, de instituto, tus colegas del trabajo y amigos y amigas de la infancia. También están las compras de regalos de parte de Papá Noel y de los tres Reyes Magos. 

Y algunas de las quejas de los "Grinch navideños" vienen relacionadas con lo poco sostenible que puede ser para este mundo este consumo masivo. Pero, ¿Y si hacemos un consumo de productos de cercanía, que pueden ayudar mucho a los emprendedores y negocios pequeños y medianos que mantienen nuestra economía, nuestras aldeas y nuestras pequeñas ciudades vivas?

No es que queramos rechazar el trabajo maravilloso que realizan tantas personas alrededor del mundo, pero sí queremos apoyar un consumo sostenible  y en las siguientes líneas te explicamos el por qué. Feliz Navidad, felices fiestas y bonitas compras. 

• Respeta el medio ambiente. Te ponemos un ejemplo para entenderlo mejor: cuando consumimos un pescado que llega del Pacífico  (un Océano muy bonito y enorme situado entre América y Asia) en vez de uno pescado en el Atlántico en las costas españolas o portuguesas, contaminamos al medio ambiente por la necesidad que supone transportar esas comidas en aviones frigoríficos durante horas. Lo mismo con la fruta, los vegetales, la carne, las bebidas, etc. Mira las etiquetas. Es común que los productos avisen dónde han sido recogidos o empaquetados. 

• Nos permite conocer quién está detrás del producto. Cuando consumimos local, tenemos mayores opciones de saber a quién va a parar el dinero que sale de nuestro bolsillo. Y si compramos a las pequeñas y medianas empresas que nos rodean sabemos que ese dinero va destinado íntegramente a apoyar la economía de una o varias familias.

• Saber que la mano de obra tras el producto no son personas explotadas. Cuando estás comprando a una empresa local o a una persona que ha emprendido su negocio, puedes saber quién está tras la cadena de creación del producto. A la hora de comprar, podemos saber quién lo ha creado, en qué país, y también cómo ha llegado ese producto a tus manos.

• Por la salud. Si compras comida fresca, será más natural cuando ha sido sacada de algún lugar cercano. Si viene de muy lejos, requiere de muchos conservantes para aguantar el largo viaje. Por ejemplo, en Asturias tenemos un campo impresionante y muchas personas apostando por sacarle el partido que se merece y, en muchas ocasiones, con total transparencia en su proceso de producción. ¿Por qué no, como consumidores, también apostar por estos productos, aunque a veces puedan ser algo más caros?

• Fomento del empleo local. Muchas veces nos quejamos de que en el lugar en el que vivimos hay altas tasas de desempleo sin fijarnos en que nuestra forma de consumo influye muy directamente en el desarrollo de las empresas locales de una región. Busca personas de tu entorno que tengan tiendas, negocios o que produzcan bebidas, artesanías o comida y acude a conocer su oferta. 

Piensos Lago es una empresa nacida en Asturias y que ha crecido en el mismo lugar. Por la tendencia del mercado, cada vez más exigente, nos vimos obligados hace ya unos años a entrar al mercado online y, aunque la mayor parte de ventas son en nuestras tiendas físicas, también tenemos presencia en Internet. 

Es costoso y trabajoso vender por Internet, pero aún así y a pesar del aumento de los costes que esto nos supone en ocasiones, no hemos dejado de trabajar con proveedores locales, viveros de la región y con marcas de piensos y de fabricación de productos que realizan su labor en Asturias, además de otras empresas situadas en Cantabria, Galicia y País Vasco. De ahí son el origen de la mayoría de productos que podrás encontrar en nuestras tiendas. 

¡Nosotros, en Navidad, y siempre, apostamos por cuidar a las pequeñas empresas y el emprendimiento a pequeña escala! ¿Y tú, te animas?