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Verano, veranito: Un repaso por las más bonitas curiosidades y mitos de las frutas estivales

Miércoles, 24 de julio de 2019

España es una mina cuando de fruta hablamos. Vete a los supermercados del norte de Europa y verás que la mayor parte de la fruta llega desde nuestro país.

 

Hoy, desde Piensos Lago, te ofrecemos una lectura entretenida, para que desde tu hamaca en la playa o la piscina (o desde el autobús o metros yendo a trabajar, que no todo van a ser vacaciones) te diviertas. Aquí un resumen a las curiosidades de las frutas que nos regala el veranito. Y también algún mito que ronda por ahí.

 

-El melón, que parece puro agua, en realidad tiene más calorías que la mayoría de frutas que conoces. Unas 52 Kcal por cada 100 gramos. Muy por encima de lo que aporta la sandía, que por la misma cantidad, solo tiene unas 20 calorías. Y debes saber que tanto el melón como la mayoría de las frutas, cuanto más maduran, más fructosa tienen,  mayor maduración, más fructosa, es decir, azúcar para el cuerpo. Además, resulta que el melón es una fruta rica en sal. Así que si tienes la tensión alta, come poquito. 

 

-Todos sabemos que la Vitamina C, esa que nos hace fuertes  y resistentes a los constipados, viene con los cítricos. Pero, ¿sabías que la fresa tiene más de esta importante vitamina que una naranja? También el kiwi es una importante fuente de este suplemento tan bueno para nuestro organismo. Además, las tres frutas mencionadas ahora (fresa, naranja y kiwi), nos aportan mucho hierro. No solo lo hacen las lentejas (que igual en verano nos apetecen algo menos).

 

-Los melocotones llegaron de China, Persia y Afganistán, de la mano de persas y de romanos. Se expandieron por los países cálidos de Europa y llegaron a América Latina donde en la mayoría de países se le conoce como durazno. Es muy muy parecido al albaricoque. De hecho, solo tienen un gen de diferencia. Y de melocotón dicen los expertos que se han calculado hasta 200 variedades. Aquí en la península hay muchas frutas muy parecidas. una de ellas es la nectarina que es un derivado, pero con piel lisa y sabor más dulce. Ambos tienen un valor nutricional muy similar.

 

-Y siguiendo con el melocotón. En francés se le llama pêche, en italiano pesca, en inglés es peach, pero en castellano les dio por llamarlo melocotón (del latín malus cotonus, «manzana algodonosa»). En Asturias hay zonas en las que lo llaman Piescu, aunque es más común usar esa palabra para lo que en castellano se llama albaricoque (más pequeños y más duros que el melocotón). Esta palabra tan similar en tantos idiomas y tan diferente a la que se usa en castellano es porque nuestros ancestros hablaban de esta fruta por su origen: Piesco, porque viene de Persia, según muchos expertos en lenguas. 

 

-Aunque alrededor del 92% de la sandía es agua, esta fruta que tanto ayuda a sobrellevar el calor tiene muchos más nutrientes: vitaminas A, B6 y C y mucho licopeno, antioxidantes y aminoácidos. No tiene grasa y tiene muy pocas calorías. Además, aunque solemos tirar la piel de la sandía, esta ¡se puede comer!. Sí si. Y hay expertos que han levantado la voz a favor de esa cáscara verde y dura afirmando que es muy beneficiosa para el organismo. Hay quienes han llegado a afirmar que el 95% del valor nutricional de esta fruta, está en la piel. Esa que sueles tirar. Entre otros asuntos, el potasio de la corteza es un ingrediente esencial para mantener los riñones sanos.

 

-Sandías sin pepitas. Últimamente se han puesto muy de moda las sandías sin pepitas. Porque las pepitas se pueden comer, pero como que son un poco molestas. Muchos han dicho que es porque son transgénicas y prefieren evitarlas. Pero resulta que no. Que hace ya unas décadas que se descubrió en Japón que si se mezclan ciertas partes de la sandía, estas serán incapaces de crear las pepitas. Concretamente: se cruza el polen masculino de una sandía diploide con la flor femenina de una sandía tetraploide para obtener un híbrido estéril.

-Hay diferencias entre las picotas y las cerezas. No solo el precio. La picota es una variedad de cereza. ¿Alguna vez has visto imágenes del precioso valle del Jerte o has tenido la fortuna de ser testigo de esa maravilla ?in situ?. Pues esos árboles nos dan las picotas. Debes saber que esta es una variedad de cereza con Denominación de Origen Protegida. Su maduración es algo más tardía que la cereza por lo que su temporada se extiende hasta finales de agosto (más o menos, depende del año). Para diferenciarles debes saber que la picota no tiene rabito, ya que este se deja en el árbol y es más dulce. De todos modos, hay quienes les han quitado ese palito a la cereza para darnos ?gato por liebre? con el precio. Para que no te la cuelen, piensa que la picota tiene un color rojo más fuerte.

 

-Los plátanos son una fruta de todo el año. Solo que en verano, aunque los veas verdes, pueden ya estar maduros. Destaca que esta fruta es la que menos agua tiene (algo más del 70%). Y para que su conservación sea correcta, debes buscar un lugar fresco de la casa. Y es que la temperatura óptima es de unos 12 grados. Los cuáles no encontrarás en cualquier lugar de tu casa en verano, ni tampoco en tu nevera. A la hora de apoyarlos en una superficie, pon la parte cóncava mirando hacia abajo. Si lo pones en la parte convexa, que es lo más común, porque da más estabilidad, estarás dañando la parte del plátano que está en constante contacto con la base. 

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