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Preparándonos para la siembra de las patatas

Martes, 29 de enero de 2019

Los Andes, entre Perú y Bolivia, fueron la región que la vida a las patatas, un alimento que en España tardó en llegar, pero que consiguió ser parte de la alimentación básica del día a día en poco tiempo. Es una comida barata, una planta que crece fácilmente y se adapta a los diferentes climas y además es rica y fácil de combinar con otros alimentos. Y, estos meses en los que estamos, es la época de la patata de siembra y merece la pena recordar cómo hacer para tenerla en nuestras huertas. Solo en España, la producción sobrepasa anualmente, los 3 millones de toneladas al año.

Enero, febrero y marzo, son los meses para comenzar a preparar plantar las patatas y así, cuando comiencen a crecer, tener que enfrentarse a las temperaturas más amables que llegan con la primavera. Y es que, este, es un cultivo bastante sensible a las heladas tardías, ya que produce un retraso y disminución de la producción. Si la temperatura es de OºC la planta se hiela y puede acabar muriendo, aunque también puede llegar a rebrotar.

Cabe tener en cuenta que, con un kilo de patata de siembra de calidad se pueden obtener más de 10 kilos de patatas, pero todo depende de la variedad de la patata que cultivemos.

¿Cómo sembrar las patatas?

Cabe decir que, aunque más sencilla que otras hortalizas, la patata es un cultivo exigente que substrae muchos nutrientes del suelo, lo que hace que precise de un terreno bien abonado con materia orgánica, que esté cavado con propiedad y que no se encharque fácilmente. Necesita humedad, pero no inundaciones. Y requiere de suelos fértiles, bien drenados y con una profundidad de unos 60 centímetros (así que si tu plan es sembrar patatas en macetas, estas también deberán tener 60 cm de altura, como mínimo). Los agujeros que se hagan para la siembra deben tener una distancia de unos 40 centímetros entre unos y otros y plantadas en fila. Al mismo tiempo, si queremos crear diferentes hileras entre las patatas, estas tienen que tener una d

istancia entre ellas de unos 70 centímetros.

En el terreno preparado, deben plantarse unas patatas que se hayan preparado unas seis semanas antes (si no lo has preparado ya, es el momento ahora) en una bandeja en un lugar fresco y con luz natural. En las patatas, aparecerán brotes que serán las futuras plantas. En cada patata aparecerán numerosos brotes, para obtener muchas patatas de pequeño tamaño, dejaremos 5 brotes por patata y eliminaremos el resto. Aunque, si lo que queremos es obtener patatas de mayor tamaño, dejaremos 3 brotes (cuanto más separados mejor) por patata.

Dos trucos importantes que no debes dejar pasar: el potasio es uno de los elementos más importantes para que una patata crezca. Si lo que tienes es un pequeño huerto, puedes, por ejemplo, incorporar potasio en el momento de la plantación. ¿Cómo? Enterrando en ese suelo hojas de saúco o de albahaca, que son plantas ricas en este mineral. Y, en segundo lugar, mejor no usar el mismo terreno para plantar patatas dos años seguidos, si quieres que el cultivo se logre exitosamente.

Por otro lado, hay quienes recomiendan que se plante directamente en la tierra el tubérculo de patata para siembra pregerminado, porque así nos aseguramos de que el tubérculo haya comenzado su crecimiento en unas condiciones controladas.  Al estar más controlado este proceso, lo más probable es conseguir una mayor producción, ya que la planta será más resistente a posibles enfermedades o a los cambios de temperatura que puedan ir surgiendo.

Época para plantar

En el mes de diciembre se debe preparar la tierra para la plantación, abonándola con composta orgánica para mejorar su fertilidad. Es importante que hayamos pasado el período de heladas para decidirnos a sembrar las patatas, por tanto, mejor esperar a que pasen enero y febrero antes de plantar patatas. Por tanto, marzo será óptimo. Y hay quienes hablan de hacerlo cuando la luna esté menguante, para tener mejores resultados finales.

Polilla guatemalteca

El pasado año, la temporada de la patata de siembra se complicó por una plaga, conocida como polilla guatemalteca, que llevó a una prohibición de plantar estos tubérculos en varias regiones asturianas. Pero, en este año, podemos estar más tranquilos, porque parece que este infortunio ya no supone un gran problema. Además, cabe decir que, como necesita solo de patatas para expandirse, no lo hace con otros cultivos, no fue necesario controlar todos los cultivos asturianos para frenarla.

Este año, por el momento, no se ha hablado sobre esta plaga, así que parece que podremos estar tranquilos. La polilla guatemalteca llegó en 2015 a Galicia desde Canarias, de patata importada sin control sanitario, y sólo actúa en cultivos a nivel del mar. Por ahora, no hay noticias de que este año vayan a suponer un gran problema.

 

 
 

 

 

 
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