El clima intentó engañarnos. El sol y el calor se alargaron en el tiempo. Los árboles mantuvieron las hojas verdes más de lo que dicta el calendario. Pero últimamente todo apunta a que sí, a que es otoño. Los días más cortos. Los paisajes de color naranja y marrón. Las castañas adornando árboles. Un poco de frío. Y la necesidad de ponerse manos a la obra, si no lo habéis hecho ya, para preparar el huerto frente a los meses con los días más cortos y las temperaturas más frías del año.
La estación más productiva del año, el verano, ha llegado a su fin. Pero durante el otoño la tierra nos puede regalar muchas delicias.
Lo ideal es que tengas algunos semilleros listos desde hace unos meses. Esto hace que una huerta de otoño sea más productiva, mientras necesita menos trabajo. Pero si no es así, aún estás a tiempo de sembrar algunos vegetales directamente en el suelo. Aquí unos consejos:
-Guisantes: Uno de los vegetales que más aman el otoño son los guisantes. Eso sí, con calma. Es recomendable plantar las semillas entre septiembre y febrero y tardan unos 3 meses hasta que se puedan cosechar.
-Ajos: Los blancos puedes empezar a plantarlos desde este mes de octubre y hasta febrero. Los ajos morados tendrán que esperar a la primavera. Su crecimiento es lento, eso sí. Los que cultives ahora no podrás recogerlos hasta el próximo verano. Pero seguro que merecerá la pena.
-Acelgas. Octubre es tu última oportunidad de plantarlas, pero aún estás a tiempo de hacerlo, antes de que entremos de lleno en noviembre. Es recomendable tenerlas cerca de lechugas o de ajos y alejarlas de las espinacas para que aprovechen al máximo las propiedades de la tierra.
-Zanahorias: También mejor plantarlas antes de que lleguemos de lleno al frío, por lo que en estos últimos días de octubre y comienzos de noviembre aún estamos a tiempo. Las cebollas y los guisantes son buenos compañeros para la zanahoria, así que ponlos cerca.
-Espinacas: Son hortalizas hechas para el frío. Pueden resistir incluso por debajo de los 0 grados (aunque esto por tiempo limitado), y lo óptimo es que el lugar donde están plantadas oscile entre los 5 y los 15 grados centígrados. De hecho su rendimiento se reduce con temperaturas altas y muchas horas de luz, ya que el calor hace las hojas más amargas y además lleva a que aparezcan unas flores que ralentizan el crecimiento de las hojas.
-Nabos: Unas hortalizas poco consumidas pero que protagonizan unas de las fiestas gastronómicas asturianas del otoño, en la localidad de Sotrondio. Lo ideal hubiera sido plantarlos ya en septiembre, pero aún estás a tiempo de ello y se recomienda, ahora con el frío, poner las semillas en una cajonera, en hileras y alternando con lechugas, también hortalizas aptas para el frío y la humedad.
-Haba: Hay diferentes especies de habas que pueden plantarse estos meses de octubre y de noviembre. Teniendo en cuenta que Piensos Lago es una firma asturiana, vamos a especificar aquí que nuestras queridas ?fabes? son más propicias para los cultivos de mayo. La especie que es para cultivar en otoño es la conocida en latín como Vicia faba. Son verdes, anchas (no es la verdina) y crecen en vainas.
Otras semillas que aún pueden dar sus frutos pronto son las cebollas, lechugas, chirivías, canónigos, apio o repollo.
Plagas otoñales
La principal característica de una huerta de otoño es la humedad y, por tanto, es común que se den hongos que pueden afectar a los cultivos o unos gusanos llamado nemátodos, además de las orugas.
Los nemátodos son gusanos que se pueden, fácilmente, transportar de un lugar a otro si agarras tierra y la mueves o si no rotas los cultivos de forma adecuada. Al alimentarse de la planta disminuyen su desarrollo y crecimiento y pueden deformarlas o llevarlas a que se pudran. La tierra de diatomea es una solución eficaz para hacer frente a estos visitantes.
Por su parte, las orugas probablemente vayan a por las coles y lechugas. En general, les encantan las verduras con hojas. Puedes usar productos para hacerles frente como insecticidas o antiplagas específicos para orugas. Si para tu huerto quieres evitar los químicos, una opción recomendada es decantarte por lechugas que no gusten a las orugas y, sobre todo, estar pendiente a diario de tu huerta para limpiar estos posibles vitantes de las hojas de tus vegetales. El tabaco también repele a las orugas de tu jardín, ya que no les gusta su olor, pero eso no hará que no debas mirar tu huerta a diario.
En otoño también hay una plaga muy común conocida como mosca blanca que normalmente se sitúa en el envés de las hojas. Se le puede hacer frente con insecticidas, con tierra de diatomea o con mucha vigilancia. Para saber si la mosca blanca se ha afincado en tus plantas, además de mirar la parte mencionada de la hoja, debes sacudir casi a diario tus hortalizas. En ese caso, la mosca saldrá volando y la verás. Ahora bien, no vale con sacudir una vez, y es que, como a este insecto le guste tu jardín, volverá una y otra vez. Si prefieres evitar insecticidas o no quieres invertir en tierra de diatomea, que es un producto ecológico, también puedes picar un ajo en agua y rociarlo a menudo sobre tus cultivos.
Foto de portada: David Bartus en Pexels
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