Hay rutinas de la huerta que se pueden hacer en diciembre aunque sea esta la época menos productiva del año. Y, de hecho, hay alimentos que podrán crecer a pesar de las heladas. La actividad es mucho más ligera. Hay expertos que afirman que, mientras un huerto de verano, rico en productos y también en posibles plagas, requiere de unas 4 horas de trabajo diario, en invierno serviría con unas cuatro horas de trabajo en toda la semana.

Además, si tienes un invernadero, podrás mantener una actividad mucho mayor, como vamos a ver a continuación. No te pierdas este artículo, donde sabrás qué puedes hacer en tu huerta en este diciembre de frío.

Planear los próximos meses

Sabemos que estar delante de un papel y planificar no es tan entretenido como ponerse con las manos en la tierra, pero es una tarea tremendamente importante. Una de las tareas esenciales que no se deben perder de vista  es la de la rotación de cultivos y aprender a asociarlos de forma que entre ellos se complementen, en vez de competir por los nutrientes del suelo. 

Ya hemos visto que hay muchas formas diferentes de combinar los vegetales que se plantan y con ello se persiguen diferentes propósitos, como aprovechar el espacio de una huerta lo máximo posible, controlar plagas o evitar el agotamiento de las riquezas que ofrece el suelo, entre otros asuntos.

En función de las informaciones al respecto de la rotación y de la asociación que ya conoces, puedes sentarte frente a un cuaderno, recordar qué cultivaste a lo largo de los últimos meses y decidir qué espacio ocuparán en el siguiente año que está por empezar, los diferentes vegetales que quieres cultivar. 

Sembrar las hortalizas y vegetales aptos para esta época

Las semillas idóneas para cultivar en esta época son acelgas, preferiblemente las amarillas, guisantes, habas verdes, diferentes tipos de tomates (destacan el Marmande o el tres cantos que pueden usarse en la huerta de diciembre), espinacas, cebollas, apio, berros,  canónigo, lechuga romana, rúcula, endivia, perejil y zanahoria. Estos no requieren de mucha luz del sol y resisten a las bajas temperaturas. 

Cosechar

Si durante los meses de septiembre, octubre y noviembre sembraste nuevos alimentos en tu huerta, puede ser que algunos ya estén listos durante este mes de diciembre. Recuerda que ya escribimos sobre qué es posible plantar en una huerta cuando comienza el otoño. Y en diciembre algunas se pueden cosechar. Es común, por estas fechas, poder recoger repollo, brócoli, coles o coliflor, siempre y cuando hayan crecido lo suficiente. 

Realmente, para estas fechas de frío, estas son verduras idóneas para preparar buenos potes, caldos y purés nutritivos y llenos de energía.

Este año en enero te hicimos un resumen de los vegetales que soportaban el frío y la escasez de luz, que puede seguir siendo muy útil para esta fecha del año y que puedes leer aquí. 

Cuidar los cultivos y el suelo

Habrá vegetales de los que habrás plantado en los meses anteriores que aún no pueden cosecharse. Pero habrá que mantener cierto cuidado para que se mantengan sanos a pesar del frío. Lo mejor, para que las heladas no acaben con todo, es cubrir el suelo. Y para ello, las hojas y hierbas con lo mejor. Puede que que el otoño haya hecho previamente esta tarea con los árboles de hojas caducas dejando un manto sobre el suelo. 

Si no es así, tú mismo puedes crear esta capa protectora que evite que las heladas congelen el suelo y que, a su vez, mantengan la humedad. Puedes tomar hojas, ramas, serrín, paja, cortezas o incluso cartón y cubrir con ello la tierra. 

Además, en estos momentos de menor rendimiento, se recomienda hacer un análisis de los nutrientes del suelo para comprobar si tiene los necesarios y cuál es su ph. A lo largo de la Península hay diferentes oficinas de extensión agraria, que pueden explicarte cómo funciona esta tarea. Y aprovecha para quitar las malas hierbas. 

Otro asunto de importancia: evita regar mucho a no ser que esté habiendo un invierno seco y cálido. Las heladas ya mantienen la tierra húmeda. 

Los invernaderos aumentan la temperatura

Si vives en una región muy fría, que pueda bajar de los cero grados a menudo en las noches de invierno, entonces debes plantearte tener un invernadero. Estos plásticos tienen la capacidad de aumentar las temperaturas en hasta cinco grados. Eso sí, en invierno, aunque estés en el invernadero, céntrate en los cultivos mencionados para el frío. Por mucho que aumente la temperatura, no será esta la época de plantas estivales.